Miércoles 18 de Abril 2012
Mi casa está bendita...Un poco tarde pero está bendita. La historia empezó un par de semanas atrás cuando la mujer con la que cohabito me comentó que una de sus amigas de la colonia había contactado a un Padre - de la Iglesia Católica, no de familia - para que acudiera a bendecir su casa.
Le vecina le preguntó si le interesaría que también se bendijera la nuestra y la pregunta llego a mí.
"Por supuesto". Aún no sé con qué ojos me miran después de 21 años, pero sé que no soy ateo y que toda bendición es bien recibida. De hecho cuando nos mudamos rezamos un padre nuestro agradeciendo por los bienes recibidos y pidiendo bendiciones para nuestro nuevo casa.
Lo único a concertar era el día y la hora. "Miércoles 18 de Abril 2012 a las 8 de la noche". Ya está.
Al llegar la fecha he subido a la caminadora durante media hora para quemar colesterol y triglicéridos. Caminé poco más de 2.5 kilómetros durante media hora. Trotando por ratos cada vez más largos (hasta 4 minutos!!!). Termino la sesión y tal y como prometí me meto a dar un duchazo para estar listo 15 minutos antes de la hora fijada.
Tengo hambre, pero me aguanto para que el presbítero no me encuentre a la mitad de la cena. Tampoco veo una de las películas que renté. Solamente me tiendo en la cama a relajar un poco los doloridos huesos.
Me he cambiado de camisa dos veces porque después de la ducha y con mi cuerpo todavía acelerado, aún estoy sudando y empapando la camisa. La mujer con la que cohabito está muy entusiasmada.
Aparentemente el padre se encuentra en casa de su amiga y no tardará en venir a la nuestra.
“¡Ahí vienen !” - yo aún tirado y viendo la tele contesto socarrón: "Como sabes?”
"Porque no hay muchas personas con sotana en la colonia"
Efectivamente, el sacerdote no anda de paisano, sino con su indumentaria "de trabajo".
"A lo mejor es un kimono" - digo tratando de defenderme, y me vuelvo a tirar en la cama.
Se enfada la señora y me insiste - "vas a bajar o no?" - Ya cálmate - rebato.
Para cuando bajo ella ya está en la reja abriéndola para que entre la comitiva - Sacerdote y vecina - pero han pasado de largo.
“Han de haber ido a otro lado, porque había varias casas que bendecir”
"Oye, y hay algún orden...en qué lugar nos toca ?...y si la llamas"- pregunto hambreado
"Ya le hablé y no contesta...y no sé cuándo nos toca"
La espera se extiende por dos horas más. A las 10 de la noche y apenada me dice que le avisaron que aún hay siete casas por delante de la nuestra. Le digo que no se preocupe pero la jeta que traigo por la inanición no la convence mucho . Genuinamente le digo que no tiene importancia.
"Cena algo, porque al menos se van a tardar una hora más."
Así lo hago… un plato de fruta, que ya es muy tarde para comer algo.
A las once de la noche en punto llaman a la puerta. Baja toda la familia.
Antes de entrar el párroco pide una cacerola con agua. Mientras la señora con la que cohabito vá por ella el padre sigue disculpándose.
"Recuerden que los últimos serán los primeros"...jijiji...sonríe
Le respondo " menos mal que no nos dijo como en las posadas...los de adelante corren mucho y los de atrás se quedarán"...sonríe más de compromiso que otra cosa.
Trae un ramito de algo que parecen ser bugambilias en la mano y lo introduce en el recipiente con agua, nos pide que recemos el Padre Nuestro y Ave María mientras rocía las paredes de la entrada. Rociar es una forma gentil de decirlo...en realidad salpica generosamente ...
No tengo problema con las paredes, ni cuando me da el segundo regaderazo con la florecillas empapadas... pero si me asusta cuando se vá sobre el refrigerador y microondas.
Madres !
Mis hijos ríen y rezan a espaldas del sacerdote mientras ven mis apuros para desconectar la laptop, que dejé sobre la mesa del comedor. Apenas y la cierro a tiempo antes de que le caiga una llovizna presbiteral...
El padre ya sube la escalera desperdigando generosamente bendiciones y agua....
"No...la tele nooooooo!"...grito mentalmente pero de mis labios nomas salen oraciones....
"La acabo de pagaaaar".....los guercos siguen riendo....y ahí va un servidor servilleta en mano secando lo más disimuladamente que puedo el desgarriate acuático que veo- eso si...rece y rece....
El padre termina y - sinceramente - le agradecemos su visita. Nos despedimos y se marcha a la noche. De pronto me doy cuenta de que ni siquiera le pregunté su nombre...seguramente se ha de llamar ...Ernesto Gabriel !
dar click para ver el video y ver a que me refiero
http://www.youtube.com/watch?v=IxxgSiwBiGo
Mi casa está bendita...Un poco tarde pero está bendita. La historia empezó un par de semanas atrás cuando la mujer con la que cohabito me comentó que una de sus amigas de la colonia había contactado a un Padre - de la Iglesia Católica, no de familia - para que acudiera a bendecir su casa.
Le vecina le preguntó si le interesaría que también se bendijera la nuestra y la pregunta llego a mí.
"Por supuesto". Aún no sé con qué ojos me miran después de 21 años, pero sé que no soy ateo y que toda bendición es bien recibida. De hecho cuando nos mudamos rezamos un padre nuestro agradeciendo por los bienes recibidos y pidiendo bendiciones para nuestro nuevo casa.
Lo único a concertar era el día y la hora. "Miércoles 18 de Abril 2012 a las 8 de la noche". Ya está.
Al llegar la fecha he subido a la caminadora durante media hora para quemar colesterol y triglicéridos. Caminé poco más de 2.5 kilómetros durante media hora. Trotando por ratos cada vez más largos (hasta 4 minutos!!!). Termino la sesión y tal y como prometí me meto a dar un duchazo para estar listo 15 minutos antes de la hora fijada.
Tengo hambre, pero me aguanto para que el presbítero no me encuentre a la mitad de la cena. Tampoco veo una de las películas que renté. Solamente me tiendo en la cama a relajar un poco los doloridos huesos.
Me he cambiado de camisa dos veces porque después de la ducha y con mi cuerpo todavía acelerado, aún estoy sudando y empapando la camisa. La mujer con la que cohabito está muy entusiasmada.
Aparentemente el padre se encuentra en casa de su amiga y no tardará en venir a la nuestra.
“¡Ahí vienen !” - yo aún tirado y viendo la tele contesto socarrón: "Como sabes?”
"Porque no hay muchas personas con sotana en la colonia"
Efectivamente, el sacerdote no anda de paisano, sino con su indumentaria "de trabajo".
"A lo mejor es un kimono" - digo tratando de defenderme, y me vuelvo a tirar en la cama.
Se enfada la señora y me insiste - "vas a bajar o no?" - Ya cálmate - rebato.
Para cuando bajo ella ya está en la reja abriéndola para que entre la comitiva - Sacerdote y vecina - pero han pasado de largo.
“Han de haber ido a otro lado, porque había varias casas que bendecir”
"Oye, y hay algún orden...en qué lugar nos toca ?...y si la llamas"- pregunto hambreado
"Ya le hablé y no contesta...y no sé cuándo nos toca"
La espera se extiende por dos horas más. A las 10 de la noche y apenada me dice que le avisaron que aún hay siete casas por delante de la nuestra. Le digo que no se preocupe pero la jeta que traigo por la inanición no la convence mucho . Genuinamente le digo que no tiene importancia.
"Cena algo, porque al menos se van a tardar una hora más."
Así lo hago… un plato de fruta, que ya es muy tarde para comer algo.
A las once de la noche en punto llaman a la puerta. Baja toda la familia.
Antes de entrar el párroco pide una cacerola con agua. Mientras la señora con la que cohabito vá por ella el padre sigue disculpándose.
"Recuerden que los últimos serán los primeros"...jijiji...sonríe
Le respondo " menos mal que no nos dijo como en las posadas...los de adelante corren mucho y los de atrás se quedarán"...sonríe más de compromiso que otra cosa.
Trae un ramito de algo que parecen ser bugambilias en la mano y lo introduce en el recipiente con agua, nos pide que recemos el Padre Nuestro y Ave María mientras rocía las paredes de la entrada. Rociar es una forma gentil de decirlo...en realidad salpica generosamente ...
No tengo problema con las paredes, ni cuando me da el segundo regaderazo con la florecillas empapadas... pero si me asusta cuando se vá sobre el refrigerador y microondas.
Madres !
Mis hijos ríen y rezan a espaldas del sacerdote mientras ven mis apuros para desconectar la laptop, que dejé sobre la mesa del comedor. Apenas y la cierro a tiempo antes de que le caiga una llovizna presbiteral...
El padre ya sube la escalera desperdigando generosamente bendiciones y agua....
"No...la tele nooooooo!"...grito mentalmente pero de mis labios nomas salen oraciones....
"La acabo de pagaaaar".....los guercos siguen riendo....y ahí va un servidor servilleta en mano secando lo más disimuladamente que puedo el desgarriate acuático que veo- eso si...rece y rece....
El padre termina y - sinceramente - le agradecemos su visita. Nos despedimos y se marcha a la noche. De pronto me doy cuenta de que ni siquiera le pregunté su nombre...seguramente se ha de llamar ...Ernesto Gabriel !
dar click para ver el video y ver a que me refiero
http://www.youtube.com/watch?v=IxxgSiwBiGo
No hay comentarios:
Publicar un comentario