El encargado de manejar la imagen del gobernador - de esos que cobran en dólares - hace una visita al obispo y le dice que contribuirán con un millón de pesos para el templo si durante la misa dice que “Rodrigo Medina es un santo”.
El obispo lo medita unos momentos y dice “Pues nos urge el dinero, así que si lo hare”.
El siguiente domingo Rodrigo Medina hace acto de presencia en misa y el obispo empieza a decir:
“Este domingo quisiera hablarles de nuestro gobernador, quien es un mentiroso, doble cara, una sabandija de poca inteligencia.
Se aprovecho de la tragedia del huracán Alex para desviar recursos. Muchos de sus funcionarios de primer nivel son corruptos que se enriquecen a costa de sus puestos.
Se han otorgado dudosos contratos a empresas amigas.
La deuda estatal ha crecido enormidades y bajo oscuros arreglos.
Los sobornos están a la orden del día en su administración.
Rodrigo Medina es el peor ejemplo de lo que un fiel creyente debe ser.
Pero comparado con esas ratas de Humberto Moreira y Peña Nieto,….
“Rodrigo Medina es un santo”
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