Por ahi a mediados de los ochentas (84-86) cayeron en mis manos un par de discos de Joan Manuel Serrat (innecesario explicar quien es-creo yo- ), que amablemente me prestaron unas primas segundas sin saber que jamas los volverian a ver.
De ellos el que mas me impacto es uno que el buen Serrat hizo por ai' del 72, musicalizando varios poemas de Miguel Hernandez. LABOR TITANICA !!!! valgan las mayusculas y los signos de admiracion.
Miguel Hernandez fue un poeta español que murio en prision antes de cumplir los 32 años por defender los ideales republicanos durante la Guerra civil española.
De ahi que la cancion que resaltaba, por la epoca en que se lanzo el disco y por lo combativo de la tematica, era la basada en el poema Para la libertad.- otro dia les escribo esta.
Sin embargo a mis calenturientos 18 años ( o diecinueve o veinte, ....ya no me acuerdo), la Cancion-Poema que me enredaba y enamoraba, era la dedicada a unos labios, a una boca que prometia mucho mas de lo que la imaginacion podia discernir.
Serrat le eliminó un par de versos y le cambio por ahi otro, pero pudo sostener intacta la belleza del original.
Vaya pues este poema dedicado a la boca que yo amo , con el ligero deseo de que circule por ahi y pueda hacernos olvidar al satanico Panpan Americano o a los Black Eyed Peas, aunque sea por unos minutos
Serrat le eliminó un par de versos y le cambio por ahi otro, pero pudo sostener intacta la belleza del original.
Vaya pues este poema dedicado a la boca que yo amo , con el ligero deseo de que circule por ahi y pueda hacernos olvidar al satanico Panpan Americano o a los Black Eyed Peas, aunque sea por unos minutos
Damas y caballeros, de Miguel Hernandez : La Boca
LA BOCA Boca que arrastra mi boca:
boca que me has arrastrado:
boca que vienes de lejos
a iluminarme de rayos.
Alba que das a mis noches
un resplandor rojo y blanco.
Boca poblada de bocas:
pájaro lleno de pájaros.
Canción que vuelve las alas
hacia arriba y hacia abajo.
Muerte reducida a besos,
a sed de morir despacio,
das a la grama sangrante
dos fúlgidos aletazos.
El labio de arriba el cielo
y la tierra el otro labio.
Beso que rueda en la sombra:
beso que viene rodando
desde el primer cementerio
hasta los últimos astros.
Astro que tiene tu boca
enmudecido y cerrado
hasta que un roce celeste
hace que vibren sus párpados.
Beso que va a un porvenir
de muchachas y muchachos,
que no dejarán desiertos
ni las calles ni los campos.
¡Cuánta boca enterrada,
sin boca, desenterramos!
Beso en tu boca por ellos,
brindo en tu boca por tantos
que cayeron sobre el vino
de los amorosos vasos.
Hoy son recuerdos, recuerdos,
besos distantes y amargos.
Hundo en tu boca mi vida,
oigo rumores de espacios,
y el infinito parece
que sobre mí se ha volcado.
He de volverte a besar,
he de volver, hundo, caigo,
mientras descienden los siglos
hacia los hondos barrancos
como una febril nevada
de besos y enamorados.
Boca que desenterraste
el amanecer más claro
con tu lengua. Tres palabras,
tres fuegos has heredado:
vida, muerte, amor. Ahí quedan
escritos sobre tus labios.
reciclado de de uncorreo enviado el 30 de agosto del 2004
boca que me has arrastrado:
boca que vienes de lejos
a iluminarme de rayos.
Alba que das a mis noches
un resplandor rojo y blanco.
Boca poblada de bocas:
pájaro lleno de pájaros.
Canción que vuelve las alas
hacia arriba y hacia abajo.
Muerte reducida a besos,
a sed de morir despacio,
das a la grama sangrante
dos fúlgidos aletazos.
El labio de arriba el cielo
y la tierra el otro labio.
Beso que rueda en la sombra:
beso que viene rodando
desde el primer cementerio
hasta los últimos astros.
Astro que tiene tu boca
enmudecido y cerrado
hasta que un roce celeste
hace que vibren sus párpados.
Beso que va a un porvenir
de muchachas y muchachos,
que no dejarán desiertos
ni las calles ni los campos.
¡Cuánta boca enterrada,
sin boca, desenterramos!
Beso en tu boca por ellos,
brindo en tu boca por tantos
que cayeron sobre el vino
de los amorosos vasos.
Hoy son recuerdos, recuerdos,
besos distantes y amargos.
Hundo en tu boca mi vida,
oigo rumores de espacios,
y el infinito parece
que sobre mí se ha volcado.
He de volverte a besar,
he de volver, hundo, caigo,
mientras descienden los siglos
hacia los hondos barrancos
como una febril nevada
de besos y enamorados.
Boca que desenterraste
el amanecer más claro
con tu lengua. Tres palabras,
tres fuegos has heredado:
vida, muerte, amor. Ahí quedan
escritos sobre tus labios.
reciclado de de uncorreo enviado el 30 de agosto del 2004
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